Vamos con un tema de esos que nos gustan a tod@s: ¿se puede cultivar la buena suerte? La respuesta para mí es «sí», pero olvídate de tréboles de cuatro hojas y patas de conejo. Vamos a centrarnos en cómo traer la suerte a nuestras vidas con acciones cotidianas.
Soy de la opinión de que la suerte no siempre es tan aleatoria como parece. Claro, hay cosas que están fuera de nuestro control, pero hay aspectos de la «buena suerte» que podemos influenciar. ¿Cómo? Pues, comenzando por mantener una actitud abierta y positiva, por ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. La gente que piensa positivo tiende a ser más receptiva a las oportunidades que surgen a su alrededor. Es como si al esperar lo mejor, de alguna manera, lo atrajeras.
Luego está el tema de salir de la zona de confort. Venga, todos sabemos que quedarse en lo cómodo y conocido es más fácil, pero… ¿y si te digo que al arriesgarte un poco puedes aumentar tus probabilidades de tener suerte? Prueba cosas nuevas, conoce gente diferente, cambia la rutina. Nunca se sabe dónde puede estar escondida la próxima gran oportunidad.
Ahora, hablemos de la red de contactos. Esto es clave: cuantas más personas conozcas, mayor serán tus posibilidades de encontrar oportunidades increíbles. No se trata solo de «networking» por interés, sino de conectar genuinamente con los demás. Ya sabes: el amigo de un amigo que te puede abrir una puerta.
Y qué me dices de la curiosidad, ese motor que nos impulsa a explorar y descubrir. Las personas curiosas suelen estar más abiertas a nuevas experiencias y, por tanto, a la buena suerte. Mira a tu alrededor, pregunta, investiga. La suerte a veces se esconde en los detalles más pequeños.
Por último, pero no menos importante, está la resiliencia. Esto va de la mano con la actitud positiva, pero va un paso más allá. Se trata de cómo respondes a los reveses y fracasos. Si ves cada tropiezo como una oportunidad para aprender y crecer, estás preparando el terreno para que la suerte florezca.
Entonces, ¿se puede cultivar la buena suerte? Yo diría que sí. No es una ciencia exacta, pero con una mezcla de actitud positiva, apertura a nuevas experiencias, una buena red de contactos, curiosidad y resiliencia, puedes aumentar significativamente tus probabilidades de ser «afortunad@».
¿Qué opinas? ¿Has experimentado situaciones en las que crees que tu actitud o acciones te han atraído la buena suerte?