El (mal) «arte» de boicotear tus relaciones

Imagina esto: dos personas se conocen (habiéndose buscado, ojo: usando alguna app de citas o similar) y todo parece perfecto desde el principio. Hay una conexión instantánea, las conversaciones fluyen sin esfuerzo y cuando parece que está encaminado el inicio de una relación, sin razón aparente, una de las personas decide cortar la relación. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde quedó toda esa química?

Claro que puede pasar que en realidad no te guste como pareja y quieras cortar el tema antes de que vaya a más. Por supuesto que es mejor hacerlo así para evitar dañar a la otra persona.

Pero no estoy hablando de ese caso, hablo de cuando parece que nadie te encaja, como si estuvieras buscando y esperando ansiadamente el error en la otra persona para que, cuando aparezca, sea motivo suficiente para cortar la relación.

Bienvenidos a la era del «self-sabotage» emocional. Estamos en un momento único de la historia donde tenemos más opciones para encontrar pareja que nunca, pero paradójicamente, nos estamos volviendo expertos en huir de ellas. ¿Será que nos hemos convertido en una generación de boicoteadores de relaciones? Vamos a desgranar esto.

La Paradoja de la Elección

Primero, hablemos de la Paradoja de la Elección. Barry Schwartz, en su libro “The Paradox of Choice”, explica cómo tener demasiadas opciones nos puede llevar a la parálisis y a la insatisfacción. Esto se aplica también al amor. En las apps de citas, por ejemplo, el deslizar es infinito. ¿Por qué conformarte con alguien que es casi perfecto si quizás el siguiente deslizamiento trae al verdadero amor de tu vida? Esto crea una sensación constante de FOMO (Fear Of Missing Out), o miedo a perderse de algo mejor.

El miedo al compromiso

El miedo al compromiso no es algo nuevo, pero las redes sociales y las apps de citas lo han llevado a otro nivel. Constantemente vemos vidas ideales en Instagram o historias de amor de película en TikTok, y pensamos: ¿Y si mi relación no es así? ¿Y si hay algo mejor ahí fuera? Este miedo a «conformarse» nos hace huir al primer signo de imperfección.

El efecto «lista de supermercado»

Muchos entramos en las relaciones con una lista mental de cualidades que debe tener la pareja ideal. Pero ¿qué pasa cuando tratamos a las personas como si fueran productos en un supermercado? Reducimos las relaciones a una serie de transacciones: «Tiene A, B y C, pero le falta D y E, así que… siguiente».

¿Autoprotección o auto-boicot?

Aquí viene la parte complicada. A veces, cortar una relación puede ser una forma de autoprotección, especialmente si hay señales de alerta reales. Pero, ¿cuántas veces no hemos confundido el «instinto de protección» con el miedo a ser vulnerables? Estamos tan acostumbrados a protegernos de posibles heridas, que en el proceso, nos cerramos a la posibilidad de experimentar el amor en su forma más plena.

¿Y ahora qué?

Bueno, primero, ser conscientes de esta tendencia ya es un gran paso. Reflexionar sobre por qué actuamos de cierta manera en nuestras relaciones puede ayudarnos a entender y, quizás, a cambiar esos patrones. Aprender a estar cómodos con la imperfección, tanto en nosotros mismos como en los demás, podría ser la clave. Y lo más importante, aprender a vivir el momento y a darle una oportunidad al presente, sin idealizar un futuro imposible o temer un pasado que ya no existe.