El error que no debes cometer al despertar

¿Sabías que hay un error muy común que muchos cometemos y que puede arruinar nuestro día incluso antes de que nos levantemos? Puede parecer que no tiene demasiada importancia, pero es algo que realmente puede tirar por la borda nuestra energía, humor y hasta nuestra productividad.

Pulsar el botón de postponer

Sí, estoy hablando de ese botón «snooze» en tu despertador. Muchos de nosotros pensamos que pulsar ese botón un par de veces nos ayuda a recoger unos minutos extra de descanso. Pero, ¿sabías que hacer eso en realidad te hace sentir más cansad@ y menos list@ para el día?

¿Por qué es negativo hacerlo?

Interrumpe tu sueño profundo: Dormir es algo más que cerrar los ojos. Nuestro sueño pasa por ciclos que incluyen fases ligeras y profundas. Al darle a postponer estamos cortando estos ciclos de manera brusca, y los trozos de sueño que intentamos añadir son de mala calidad y poco reparadores.

Inercia del sueño: Esa sensación de estar atontado y medio grogui cuando te despiertas se llama inercia del sueño. Si te duermes después de que suene la alarma, esta sensación se prolonga y te cuesta más ponerte en marcha.

Mal rollo mental: Comenzar el día posponiendo el momento de levantarte puede hacer que, sin darte cuenta, te predispongas a procrastinar durante el resto del día. Es como empezar el día diciéndote a ti mismo que hoy no es el día para hacer las cosas.

¿Cómo podemos evitarlo?

Para cortar de raíz este hábito y mejorar cómo nos sentimos al despertar, aquí te paso algunas ideas que puedes probar:

Consistencia en los horarios: Trata de levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico y mejora el descanso nocturno.

Prepara tu cueva: Tu habitación debe ser un templo del sueño. Asegúrate de que esté oscura y tranquila. Si es necesario, invierte en unas cortinas que bloqueen la luz o ponte una máscara para dormir.

Apaga los aparatos electrónicos: La luz azul de las pantallas puede chafar tus intentos de dormir bien. Intenta desconectar de los gadgets al menos una hora antes de ir a la cama.

Crea una rutina matutina atractiva: Encuentra algo que te emocione de tu mañana para que quieras saltar de la cama. Puede ser hacer ejercicio, meditar o simplemente disfrutar de tu café en paz.

Ya sabes, evita ese botón de postponer y verás cómo cambia tu día. Adoptando unos pequeños cambios y manteniendo una rutina constante, no solo mejorarás cómo te sientes por las mañanas, sino que también estarás poniendo las bases para tener días más productivos y felices.

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